EL EPISKYROS
Se trata del juego de pelota más antiguo del que se tiene
constancia en el ámbito euro-mediterráneo y aunque propiamente no se trata de
fútbol éste y otros juegos desconocidos podrían estar en la raíz de los juegos
de pelota medievales.
El terreno de juego lo constituía un espacio dividido en
tres líneas, una central que separaba a ambos equipos, y dos traseras que
delimitaban el fuera de juego. Los equipos estaban compuestos por 12 a 14
jugadores y la mecánica del juego consistía en lograr, sin salir del terreno
propio, y utilizando los pies, mandar la pelota por encima de las cabezas de
sus adversarios y que cayese más allá de la línea trasera del contrario. Para
evitarlo, éstos podían utilizar las manos y los pies pero siempre sin traspasar
la línea trasera.
EL HARPASTUM
También se le conocía como juego de la pelota pequeña y su
nombre es la latinización de la palabra griega harpastos, que significa llevar
o arrebatar y probablemente sea una reinterpretación del episkyros o de la
phaininda.
No se conocen con exactitud las reglas del juego pero sí que
precisaba de velocidad, agilidad y fuerza y que su desarrollo era violento,
hasta el punto de que era común que practicantes o espectadores sufrieran
traumatismos.
Hay muchas referencias literarias al mismo y de ellas se
deduce que había una línea que separaba el terreno de juego en dos partes, una
para cada rival, y que los participantes debían pasarse la bola unos a otros
para lograr que siempre estuviese en campo propio. Las descripciones sobre
lances y actuaciones de jugadores invitan a pensar que se trataba de un juego
muy parecido al rugby y que la mayor parte de los choques se debían a la pugna
por recuperar la pelota.
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WENOMECHOINDESAMA
ResponderEliminarTUMAJARBPOISAUN
ResponderEliminarWIFEUNLOOF
ResponderEliminarENDEMISTERBROWN
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